Volver a la rutina del Taichí

Los periodos de descanso son indispensables para mantener una buena salud, pero a menudo los prolongamos más de lo necesario por pereza o porque, simplemente, no sufrimos ningún problema físico que nos recuerde la falta de ejercicio. Cuando el intervalo de pasividad ha sido muy extenso, por ejemplo de más de un mes, suele costar recuperar la rutina gimnástica.

El Taichí puede resultar especialmente intenso para las piernas si estas han perdido el hábito de mantenerse flexionadas para sujetar el peso del cuerpo, y liberar así la espalda de tensiones. Por eso conviene empezar con rutinas sencillas, que no supongan demasiados movimientos y que permitan centrarse en los aspectos posturales y biomecánicos.

En la siguiente rutina se reproduce una secuencia muy sencilla, que solemos usar en nuestra escuela para iniciarse en esta práctica, y a modo de calentamiento en las clases más avanzadas. Si quieres comenzar con lo más básico del Taichí, te animamos a que comiences con este ejercicio:



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