la respiración invertida

Cuando el organismo se encuentra en el corazón del invierno es útil trabajar, en la práctica del Taichí y del Chikung, con un tipo de respiración que induzca una mayor intensidad cardiovascular. Una opción interesante es la denominada "respiración invertida", llamada así porque implica una mecánica contraria a la que se realiza en la respiración de tipo abdominal.

En la respiración invertida, se realiza una contracción progresiva del abdomen durante la inspiración, a la vez que se contrae también el perineo. Al hacer esto, se provoca una mayor apertura lateral de las costillas, aumentando la amplitud de la caja torácica, aunque la contracción del abdomen limite parcialmente el movimiento del diafragma hacia abajo. Al soltar el aire se relajan, de manera también progresiva, las tensiones acumuladas durante la inspiración. Aunque es un mecanismo contrario al movimiento del diafragma, va a favor, precisamente, de las contracciones musculares.

La precaución principal consiste en no llevar el esfuerzo a la parte superior (toráx o cuello) pues puede crear un ascenso vascular excesivo en el cráneo, que se refleja por sensaciones desagradables de calor en la cabeza, sofocos, sudoración y, si se persiste en el esfuerzo, incluso de mareos o nauseas. Todo el esfuerzo ha de concentrarse en abdomen y pelvis, permitiendo que la movilidad torácica se produzca de forma pasiva. Es habitual, al principio, querer inspirar sacando pecho, lo cual fatiga excesivamente el organismo y crea tensiones innecesarias en la cintura escapulo-clavicular.

No es ésta un tipo de respiración útil si lo que uno busca es relajarse, pues el esfuerzo que implica es excesivo para la cantidad de aire que se aspira. Sin embargo, sí que es practica si se quiere activar el flujo vascular, de cara a obtener un aumento rapido de la temperatura corporal.


Los ejercicios de qigong (chikung) más propicios para este tipo de respiración son aquellos en los que las manos se elevan por encima de la cabeza al inspirar, como el que se ve en la imagen superior (extraida del libro de Wong Kiew Kit), y se suelta el aire cuando los brazos descienden.

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