ALQUIMIA INTERNA

El trabajo de transformación interior, desde la perspectiva taoísta, no diferencia entre el desarrollo físico, energético, mental y espiritual. Cualquiera que sea el número de planos en los que se quieran dividir el ser, existe entre ellos una analogía que proyecta lo que sucede en cada uno de ellos al resto. Es por eso que las disciplinas taoístas no desvinculan la práctica física de cualquier otra de tipo psicológico o espiritual.

Quizá sea el "nei-kung" (literalmente "trabajo interior") la disciplina que mejor plasme esta globalidad de desarrollo individual, abarcando cada dimensión del ser humano. En occidente, estas practicas estaban dentro de una tradición hermética y minoritaria que apenas ha llegado a nuestros días, y que se denominaba alquimia, en ella también se buscaba la transformación interior del ser humano.

Las prácticas relacionadas con el nei-kung (o nei-gong, según la transcripción que se use), se combinan trabajos respiratorios con estiramientos, con ejercicios de fortalecimiento muscular y con auto-manipulaciones en puntos sensibles. Estos puntos están descritos desde hace siglos por la medicina tradicional china, y aún hoy en días se usan en terapias como la acupuntura china o el shiatsu japonés.

En la tradición taoísta están, por tanto, vinculadas de manera indisoluble la salud física y el desarrollo personal, la vitalidad del organismo y el equilibrio emocional, la flexibilidad corporal y la mental...


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